Las relaciones kármicas tienden a ser confundidas por el deseo de encontrar al alma gemela. Es normal que tengas esta equivocación ya que, en ambos casos, se trata de una vida anterior, en los planos material y espiritual, que debe ayudarte a seguir avanzando. Para que no tengas problemas, te ayudamos a que distingas bien entre el karma y lo acordado espiritualmente con esa alma gemela que tanto esperas.
El sentido de las relaciones kármicas
El karma es ese efecto que nos devuelve el universo ante nuestra forma de ser y de actuar. Tu karma será positivo si tienes buen corazón y actúas en consecuencia. Pero, muchas veces, este no termina de respondernos hasta la siguiente vida. Es así como surgen las relaciones kármicas. Son un efecto de lo que dejamos por hacer o hicimos mal en vidas pasadas.
Normalmente, puedes confundir al alma gemela con una relación basada en el karma. En ambos casos, el universo se conjuga para unirte a esa persona especial, pero puede suceder que dicha unión venga precedida por un asunto pendiente que dejaste en una vida pasada.
De lo anterior te das cuenta cuando sientes que la relación es un proceso. Puede resultar complicada o mostrarte una lección de vida a través del sufrimiento o la aceptación de tus errores. Cuando esto es así, debes ser fuerte e intentar comprender dicho aprendizaje.
Mientras que muchas personas acaban su vida en una relación tempestuosa, si no han logrado ascender mediante esta experiencia, tienden a encontrarse a esa persona en la siguiente vida, con el fin de dar un paso más hacia ese infinito que debe alcanzar el alma, marcando la maduración de la misma.
¿Cómo aprender de una relación kámica?
Del karma se dice que es la respuesta ante lo que has atraído. Por eso, muchos creen que si en la presenta vida se tiene una relación negativa, puede ser debido a que en otra vida pasada pudimos ser nosotros los que actuamos mal. El sufrimiento quizás sea una forma de cerrar ese ciclo, aunque lo mejor es llevar a buen término dicha relación, con el fin de que ambos espíritus logren la paz y sigan avanzando en todos los aspectos.
Por eso, no debes temer si sientes que tu relación con esa persona no está siendo satisfactoria. Lo mejor es intentar finalizar amigablemente y guardarte esa lección que te permitió esta vida. Cuando esto sucede es porque así lo acordaste antes de nacer.
En el momento en que nuestra alma se prepara para emprender un nuevo viaje a la Tierra, tiene consciencia de lo que va a ser su vida. Después, desgraciadamente, nuestra mente humana olvida lo que fuimos, aunque, de vez en cuando, nos premia con alguna pista, eso que sueles llamar intuición y que te sirve de ayuda para tomar decisiones importantes.
Posiblemente no sepamos, en el instante en que elegimos, todo lo que va a acontecer al final de nuestra vida. Esa parte, tal vez, se la reserve Dios, para que no tengamos la zozobra o se nos quede grabada la manera con la que dejaremos este mundo. La intranquilidad en el humano ante la verdad puede no ser asimilada. Solo el alma conoce los secretos del universo y los reconoce cuando estos son desvelados.
Las relaciones kármicas son un proceso más para que el espíritu alcance la gloria. Como dichas relaciones no son siempre agradables, siempre puedes solicitar, mediante ayuda telefónica, un poco de información de las cartas del tarot, siempre otorgada por los profesionales videntes. Tendrás toda la seguridad, sin afectar tu economía, además de una atención estrictamente confidencial.
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